Porque sabe tu siervo que yo he pecado; por eso, he aquí que he venido hoy, el primero de toda la casa de José, para descender a recibir a mi señor el rey.
Entonces extendió Israel su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraim, que era el menor, y su izquierda la puso sobre la cabeza de Manasés, guiando adrede las manos; pues Manasés era el primogénito.
Y los bendijo en aquel día, diciendo: En tu nombre bendecirá Israel, diciendo: ¡Haga Dios que seas como Efraim y como Manases! De esta suerte puso a Efraim antes de Manasés.
¶Y como el rey iba llegando a Ba-hurim, he aquí que de allí venía saliendo un hombre de la parentela de Saúl, cuyo nombre era Simei, hijo de Gera; salía, y en tanto que salía, echaba maldiciones.
Y todo el pueblo estaba en contienda por entre todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos libró de mano de nuestros enemigos, y él nos salvó de mano de los Filisteos; mas ahora se ha huído del país con motivo de Absalom.
¶Aconteció pues que cuando supo todo Israel que había vuelto Jeroboam, enviaron a llamarle a la Congregación: y le constituyeron a él rey sobre todo Israel: no hubo quien siguiese la casa de David sino tan sólo la tribu de Judá.