Y había mandado el rey de Siria a los treinta y dos capitanes de los carros que tenía, diciendo: No peleéis contra ninguno, chico ni grande, sino tan sólo contra el rey de Israel.
¡Despierta, oh espada, contra mi Pastor, y contra el Varón que es mi socio, dice Jehová de los Ejércitos! ¡hiere al Pastor, y serán dispersadas las ovejas, y yo tornaré mi mano contra los pequeñitos!
¶Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y serán dispersadas las ovejas de la manada.
de cómo te salió al encuentro en el camino, y acuchilló a los rezagados entre los tuyos, todos los débiles que se atrasaban, estando tú fatigado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios.