Y aconteció que mientras habitaba Israel en aquella tierra, Rubén fué y acostóse con Bilha, concubina de su padre: y lo supo Israel. Eran pues doce los hijos de Israel.
Y aconteció un día, a la hora de la tarde, que David se levantó de su cama, y se paseaba sobre el terrado de la casa del rey. Y desde encima del terrado vió a una mujer que se estaba bañando; y la mujer era sumamente hermosa.
¶Y cuando llegó David a su casa en Jerusalem, tomó el rey a las diez concubinas que había dejado para cuidar de la casa, y las puso en reclusión, y las sustentó; pero no se llegó más a ellas; y permanecieron encerradas hasta el día de su muerte, en viudez perpetua.
El aspecto de su semblante testifica contra ellos; pues que publican su pecado como Sodoma; no lo encubren. ¡Ay de ellos! porque han allegado el mal para sí mismos.
Y aunque han sido detenidos los aguaceros, y no han venido las lluvias tardías, sin embargo, tienes la frente de una ramera; rehusas sentir la vergüenza.
¿Acaso se avergüenzan cuando cometen abominaciones? No por cierto, que en nada se avergüenzan, ni aun saben ruborizarse: por tanto caerán entre los que caen; al tiempo que sean visitados serán derribados, dice Jehová.
En esto, he aquí un hombre de los hijos de Israel el cual venía trayendo a sus hermanos una mujer madianita, a vista de Moisés y a vista de toda la Congregación de los hijos de Israel, estando ellos llorando a la entrada del Tabernáculo de Reunión.