Porque tu siervo hizo un voto, mientras yo estaba en Gesur, en Siria, diciendo: Si en verdad Jehová me hiciere volver a Jerusalem, entonces serviré a Jehová.
Y respondió Absalom a Joab: He aquí que envié a ti, diciendo: Ven acá, para que te envíe al rey, con el fin de decirle: ¿A qué propósito he venido de Gesur? bueno me fuera estar todavía allí. Ahora pues, vea yo la cara del rey; y si hay en mí iniquidad, ¡quíteme él la vida!
Por cuanto habéis dicho: Hemos hecho pacto con la muerte, y con el infierno tenemos hecho convenio; cuando pasare el azote, cual torrente, no nos alcanzará; porque hemos puesto las mentiras por nuestro refugio, y entre los embustes nos hemos escondido;
Porque habéis disimulado en vuestros corazones; puesto que me enviasteis a Jehová vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros a Jehová nuestro Dios; y conforme a todo cuanto dijere Jehová nuestro Dios, dínoslo así, y nosotros lo haremos:
Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién debáis servir, si a los dioses que sirvieron vuestros padres que habitaban más allá del río, o a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitáis: que en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová.
E hizo un voto, diciendo: Jehová de los Ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo le daré a Jehová todos los días de su vida; y navaja no pasará jamás por su cabeza.
Y respondió Samuel: ¿Cómo podré ir? pues lo oirá Saúl, y me matará. Y dijo Jehová: Tomarás contigo una novilla de la vacada, y dirás: Para ofrecer sacrificio a Jehová he venido.