Y todos sus siervos iban pasando a su lado; y todos los Kereteos, y todos los Peleteos, y todos los Geteos, (seiscientos hombres que a sus órdenes vinieron de Gat), iban delante del rey.
Luego envió David las tropas a la guerra, un tercio bajo la mano de Joab, y otro tercio bajo la mano de Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab, y otro tercio bajo la mano de Itai geteo. Y dijo el rey a las tropas: Seguramente que yo también saldré con vosotros.
Y salieron en pos de él los hombres de Joab, y los Kereteos y los Peleteos, con todos los hombres valientes, saliendo de Jerusalem para ir en persecución de Seba hijo de Bicri.
¶En seguida descendieron Sadoc sacerdote, y Natán profeta, y Benaya hijo de Joiada, y los Kereteos, y los Peleteos, e hicieron cabalgar a Salomón sobre la mula propia del rey David, y le condujeron a Gihón.
Levantóse pues David con su gente, que eran como seiscientos hombres, y salieron de Ceila, y fueron a dondequiera que pudieron irse. Y fué dado aviso a Saúl de que David se había escapado de Ceila; por lo cual desistió de salir.
Entonces dijo David a sus hombres: ¡Ceñid cada uno su espada! Y se ciñeron cada uno su espada, ciñéndose también David su espada: y subieron tras David como cuatrocientos hombres, quedándose doscientos con el bagaje.
Y habitó David con Aquís en Gat, él y sus hombres, cada uno con su familia; David también tenía consigo a sus dos mujeres, Ahinoam la jezreelita, y Abigail, mujer de Nabal, la carmelita.
Y FUÉ así que cuando David y sus hombres llegaron a Siclag, al tercer día, supieron que los Amalecitas habían hecho una incursión contra el Mediodía, y contra Siclag: en efecto, habían herido a Siclag, y la habían quemado a fuego: