Y dijo David a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalem: ¡Levantaos y huyamos! que de otra suerte no podremos escapar de Absalom. ¡Partid al instante, no sea que apresurándose, nos alcance, y traiga el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada!
Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que mi señor el rey ha mandado a tu siervo, así hará tu siervo. En cuanto a Mefiboset, repitió David, él comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.
A lo que respondió su paje de armas: Haz cuanto tuvieres en tu corazón; vuelve a dondequiera; pues he aquí que yo estoy contigo, conforme a tu corazón.