A lo que dijo ella: Ruégote se acuerde el rey de Jehová su Dios, para estorbar que haga más estrago el vengador de la sangre; no sea que se destruya a mi hijo. Dijo entonces el rey: ¡Vive Jehová, que ni un cabello de tu hijo caerá a tierra!
Entonces la mujer de Tecoa respondió al rey: ¡Sobre mí, señor mío, oh rey, sea la iniquidad, y sobre la casa de mi padre; mas el rey y su trono sean sin culpa!
Dijo pues el rey a Siba: ¡He aquí que tuyo es todo lo que pertenece a Mefiboset! Y respondió Siba: ¡Me inclino ante ti! ¡halle yo gracia en tus ojos, señor mío, oh rey!