Entonces se encendió la ira de David contra aquel hombre en gran manera, y dijo a Natán: ¡Vive Jehová, que es digno de muerte el hombre que ha hecho esto!
Mas sucedió que como a los tres meses fué dado aviso a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha estado fornicando, y he aquí también que está preñada de sus fornicaciones. Y dijo Judá: ¡Sacadla, para que sea quemada!
Mas vino un caminante al hombre rico; y él no quiso tomar cosa alguna de sus rebaños o sus vacadas y aderezarla para el viandante que le había venido; sino que tomó la corderita de aquel hombre pobre, y la hizo aderezar para el hombre que había venido a él.
POR tanto estás sin excusa, oh hombre, seas quien fueres, que juzgas; porque en juzgar a otro, a ti mismo te condenas; puesto que tú que juzgas practicas las mismas cosas.
pues ¡vive Jehová, el Salvador de Israel, que aunque fuere en Jonatán mi hijo, de seguro morirá! Mas no hubo entre todo el pueblo quien le respondiese.
Porque todos los días que viviere el hijo de Isaí sobre la tierra, no serás estable tú, ni tu reino. Ahora pues, envía, y tráemele; porque es digno de muerte.
No es bueno esto que has hecho. ¡Vive Jehová! que dignos sois de muerte, porque no habéis guardado a vuestro señor, el ungido de Jehová. Ahora pues ved dónde está la lanza del rey, y el jarro de agua que estaba a su cabecera.