Por lo cual le decían sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? ¡Por causa del niño, estando aún vivo, ayunabas y llorabas; mas luego que murió el niño te levantaste y comiste pan!
Entonces David se levantó de tierra y lavóse, y se ungió, y mudó sus vestidos, y fué a la Casa de Jehová, y adoró. En seguida volvió a su casa, y cuando pidió, le sirvieron la comida, y comió.
A lo que él respondió: Por el niño, mientras vivía, yo ayunaba y lloraba, pues decía: ¿Quién sabe si Jehová no tendrá piedad de mí, de modo que viva el niño?
¡Oh, Jehová! ¡acuérdate, te lo suplico, de cómo he andado delante de tu rostro fielmente, y con corazón sincero, y he hecho lo que es bueno ante tu vista! Y lloró Ezequías con llanto grande.