Y levantáronse todos sus hijos y todas sus hijas para consolarle; mas él no quiso ser consolado, diciendo: ¡Porque descenderé a mi hijo lamentándome hasta la sepultura! De este modo le lloraba su padre.
Y aconteció que al séptimo día murió el niño: y los siervos de David temieron avisarle que había muerto el niño, porque decían: He aquí que le hablábamos estando el niño todavía vivo, y no escuchó nuestra voz; ¿cómo pues le hemos de decir que ha muerto el niño? puede ser que le cause algún daño.
Entonces vino todo el pueblo para hacer que David comiese pan, siendo aún de día; mas juró David, diciendo: ¡Así haga Dios conmigo, y más aún, si antes de ponerse el sol probare yo pan, u otra cosa alguna!
¶Entonces el rey se fué a su palacio, y pasó la noche ayunando, y no permitió que las bailarinas entrasen delante de él: también el sueño se huyó de él.
Pero él se negó, diciendo: No comeré. Mas porfiaron con él sus siervos juntamente con la mujer, de manera que escuchó su voz, y levantóse de la tierra, y sentóse sobre la cama.