Entonces David envió mensajeros y la tomó; y ella vino a él, y él se acostó con ella, (la cual se estaba purificando de su inmundicia); luego ella volvióse a su casa.
La mujer también con quien se acostare el hombre que tuviere la emisión de simiente, una y otro sé lavarán con agua y quedarán inmundos hasta, la tarde.