¡Esforzaos y alentaos; no temáis, ni os acobardéis a causa del rey de Asiria, ni a causa de todo la muchedumbre de gentes que consigo trae, porque hay más con nosotros que con el!
Y mirando a todas partes, me puse en pie, y dije a los nobles, y a los magistrados, y al resto del pueblo: ¡No temáis a causa de ellos! ¡Acordaos del Señor, el grande y el terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y vuestras hijas, por vuestras mujeres y vuestras casas!
Anda, junta a todos los judíos, cuantos se hallen en Susán; y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día; yo también y mis doncellas ayunaremos del mismo modo, y así entraré a donde está el rey, aunque no sea conforme a la ley; ¡y si perezco, perezca!
y qué tal es el terreno, si es feraz o es estéril; y si hay allí leña o no. Esforzaos pues; y traednos de los frutos de la tierra. El tiempo era la sazón de las primeras uvas.
¶En seguida, Moisés llamó a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y ten buen ánimo; porque tú entrarás con este pueblo en la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.
Todo aquel que se rebelare contra tus órdenes, y no oyere tus palabras, conforme a todo lo que tú le mandares, que muera; con tal que tengas fortaleza y buen ánimo.
Mas los hijos de Israel respondieron a Jehová: ¡Hemos pecado! ¡haz con nosotros según todo lo que fuere bueno a tus ojos, con tal que nos libres, te rogamos, en este día!
Y los hombres de la guarnición respondieron a Jonatán y a su escudero, diciendo: ¡Subid a donde estamos nosotros, y os mostraremos una cosa! Dijo pues Jonatán a su paje de armas: ¡Sube en pos de mí, que los ha entregado Jehová en manos de Israel!
Dijo pues Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos, quizá obrará Jehová juntamente con nosotros; porque para con Jehová no hay estorbo en salvar por muchos o por pocos.
Con esto Samuel se lo refirió, palabra por palabra, y no le encubrió nada de ello. Entonces él respondió: ¡Jehová es; haga lo que fuere bueno a sus ojos!
¡Esforzaos y sed hombres, oh Filisteos; no sea que vosotros seáis siervos de los Hebreos, como ellos lo han sido a vosotros: sed hombres, pues, y pelead!