¡Angustiado estoy por ti, oh hermano mío, Jonatán! muy dulce has sido para conmigo; maravilloso fué tu amor hacia mí, sobrepujando al amor de las mujeres.
por lo cual Jonatán avisó a David, diciendo: Saúl mi padre procura matarte. Ahora pues, ruégote que te guardes por la mañana, y quédate en un lugar oculto, y escóndete.
Fuése pues el muchacho; y David, levantándose de la parte meridional del peñón, cayó sobre su faz a tierra, postrándose tres veces; y ellos se besaron el uno al otro, y lloraron el uno sobre el otro, hasta que David lloró vehementemente.