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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 1:2

Biblia Version Moderna (1929)

al día tercero acaeció que, he aquí, un hombre vino del campamento de los de Saúl, rasgados sus vestidos y con tierra sobre su cabeza. Y fué así que al llegarse a David, postróse en tierra e hizo reverencia.

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25 Referencias Cruzadas  

Al tercer día Abraham alzó los ojos y vió el lugar de lejos.

Y cuando volvió Rubén a la cisterna, he aquí que José no estaba en la cisterna; y él rasgó sus vestidos;

Y rasgó Jacob sus vestidos, y puso saco sobre sus lomos, y lamentóse a causa de su hijo muchos días.

Y ellos respondieron: Está bueno tu siervo nuestro padre, vive todavía; e inclinaron la cabeza y se postraron.

Y David le dijo: ¿De dónde vienes? Y él respondió: Del campamento de Israel me he escapado.

Entonces Tamar puso ceniza sobre su cabeza, y rasgó la ropa talar de diversos colores que traía sobre sí, y puesta la mano sobre su cabeza, se fué, andando y gritando.

Y cuando aquella mujer de Tecoa habló al rey, cayó en tierra sobre su rostro, haciendo reverencia, y dijo ¡Socorro, oh rey!

Y aconteció que estando David para llegar a la cumbre del monte, donde solía adorar a Dios, he aquí a Cusai arquita que venía a su encuentro, rasgados los vestidos y con tierra sobre su cabeza.

Entonces tendiendo Arauna la vista, vió al rey y a sus siervos que venían hacia él; con lo cual salió Arauna, y postróse delante del rey, rostro a tierra.

que cuando uno me avisó, diciendo: ¡He aquí, ha muerto Saúl! (y él era en su propio concepto como portador de buenas nuevas), eché mano de él y le maté en Siclag; el cual esperaba que yo le había de dar el premio de buenas nuevas.

Anda, junta a todos los judíos, cuantos se hallen en Susán; y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día; yo también y mis doncellas ayunaremos del mismo modo, y así entraré a donde está el rey, aunque no sea conforme a la ley; ¡y si perezco, perezca!

Y ACONTECIÓ al tercer día, que Ester se vistió regiamente, y se puso de pie en el atrio de la casa del rey, el de más adentro, en frente de la casa real; y el rey estaba sentado sobre el trono de su reino, en la casa real, frente a la entrada de la casa.

Decid a Dios: ¡cuán temibles son tus hechos! Por la grandeza de tu poder, se te humillarán fingidamente tus enemigos.

harán oír su voz, lamentándose sobre ti; y clamarán amargamente, y echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en ceniza;

Nos volverá a dar vida después de dos días, y en el día tercero nos levantara, para que vivamos en su presencia.

rasgad vuestros corazones y no vuestros vestidos, y volveos a Jehová vuestro Dios; porque él es clemente y compasivo, lento en iras y grande en misericordia, y se arrepiente del mal que amenaza traer.

Porque de la manera que Jonás estuvo en el vientre del gran pez por tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra.

¶Desde aquel tiempo comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalem, y padecer muchas cosas de los ancianos, y de los jefes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y al tercer día ser resucitado.

¶Entonces Josué rasgó sus vestidos, y cayó postrado en tierra sobre su rostro delante del Arca de Jehová hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.

He aquí, yo haré a los de la sinagoga de Satanás, a los que dicen que ellos son judíos, y no lo son, sino que mienten: he aquí, los haré que vengan y se postren ante tus pies, y sepan que yo te he amado.

Fuése pues el muchacho; y David, levantándose de la parte meridional del peñón, cayó sobre su faz a tierra, postrándose tres veces; y ellos se besaron el uno al otro, y lloraron el uno sobre el otro, hasta que David lloró vehementemente.

Y cuando Abigail vió a David, dióse prisa para bajar de su asno, y cayó delante de David, sobre su cara, postrándose a tierra.

¶Y corrió un hombre de Benjamín desde el ejército, y llegó a Silo aquel mismo día, rasgados sus vestidos, y echada tierra sobre su cabeza.

Y dijo el hombre a Elí: Yo soy aquel que vino del ejército, y del ejército huí yo hoy. Y él le dijo: ¿Qué ha habido, hijo mío?




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