Y herirás la casa de Acab tu señor, para que yo vengue la derramada sangre de mis siervos los profetas, y la derramada sangre de todos los siervos de Jehová, a mano de Jezabel.
Y sucedió que cuando oyó Jezabel que había sido apedreado Nabot y que era muerto, Jezabel dijo a Acab: ¡Levántate, toma posesión de la viña de Nabot jezreelita, el cual se negó a dártela por dinero; que ya no vive Nabot, sino que es muerto!
pues había acontecido, cuando Jezabel iba extirpando a los profetas de Jehová, que Abdías tomó a cien profetas, y los escondió, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra; y los sustentó con pan y agua);
¡Regocijaos, oh naciones, con su pueblo, porque vengará la sangre de sus siervos, y retribuirá la venganza a sus adversarios; mas perdonará a su tierra, a su pueblo!
He aquí, dice Jehová, que voy a traer sobre ti el mal; y consumiré tu posteridad, y destruiré de Acab hasta los perros, así lo precioso como lo vil en Israel.
Mía es la venganza y la retribución; al debido tiempo resbalará su pie; porque se acerca el día de su calamidad, y se apresuran los males preparados para ellos.
porque verdaderos y justos son sus juicios; porque él ha juzgado a la gran ramera, la cual ha corrompido la tierra con su fornicación; y de manos de ella ha tomado venganza de la sangre de sus siervos!
porque es ministro de Dios para bien tuyo. Mas si hicieres lo que es malo, teme; porque no en vano lleva la espada: porque es ministro de Dios, vengador suyo, para ejecutar ira sobre aquel que obra mal.
de modo que venga sobre vosotros toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Baraquías, a quien matasteis entre el Santuario y el altar.
Esto empero tengo contra ti, el que toleras a esa mujer Jezabel, que dice que es profetisa; y enseña a mi pueblo (y los seduce) a cometer fornicación, y a comer de lo que se ofrece a los ídolos.
Sabed pues que no caerá a tierra nada de la palabra de Jehová, que él habló contra la casa de Acab; pues que Jehová ha hecho lo que habló por conducto de su siervo Elías.
Y por disposición de Dios era la destrucción de Ocozías, por haber él ido a ver a Joram; pues cuando hubo venido, salió con Joram contra Jehú hijo de Namsi, a quien Jehová había ungido para exterminar la casa de Acab.
Entonces Jehú hirió a todos los que habían quedado de la casa de Acab en Jezreel, inclusos todos sus grandes, y sus amigos familiares, y sus ministros principales, hasta no dejarle ninguno que escapase.