Entonces dijo el rey a Hazael: Toma contigo un regalo, y véte a recibir al varón de Dios, y consulta a Jehová por medio de él, diciendo: ¿Sanaré de esta enfermedad?
Y le dijo: Así dice Jehová: Por cuanto has enviado mensajeros para consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón, (como si no hubiese Dios en Israel), para inquirir de su oráculo, por tanto de la cama adonde has subido no descenderás, sino que de seguro morirás.
¶Sucedió también que cayó Ocozías por una ventana balaustrada de su cámara alta que tenía en Samaria, y enfermó. Por lo cual envió mensajeros, y les dijo: Id, consultad a Baal-zebub, dios de Ecrón, si acaso sanaré de esta enfermedad.
Y le contestaron: Un hombre vino a encontramos, y nos dijo: Andad, volved al rey que os envió, y decidle: Así dice Jehová: ¿Será que por no haber Dios en Israel, tú envías a consultar a Baal-zebub; dios de Ecrón? Por tanto de la cama adonde has subido no descenderás, sino que de seguro morirás.
Y dijo el rey de Siria: ¡Ea, anda! que yo enviaré una carta al rey de Israel. Partió pues Naamán, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil siclos de oro, y diez mudas de vestidos.
Entonces dijo Saúl a su mozo: Y bien, supuesto que nos vayamos, ¿qué llevaremos a ese hombre? porque ya se ha acabado el pan que había en nuestras alforjas, y no tenemos regalo alguno que llevar al varón de Dios: ¿qué tenemos?