Y había mandado el rey de Siria a los treinta y dos capitanes de los carros que tenía, diciendo: No peleéis contra ninguno, chico ni grande, sino tan sólo contra el rey de Israel.
Entonces Ben-hadad le dijo: Las ciudades que quitó mi padre a tu padre, te las restituiré; y tú harás para ti en Damasco calles de casas derribadas, lo mismo que hizo mi padre en Samaria. Y yo, respondió Acab, con este pacto te enviaré libre. Hizo pues pacto con él, y le dejó ir.
¶En efecto, los siervos del rey de la Siria le dijeron: Dioses de la serranía son los dioses de ellos; por eso han podido más que nosotros: mas peleemos contra ellos en tierra llana, y de seguro que podremos más que ellos.
Y BEN-HADAD, rey de Siria, juntó todas sus fuerzas, teniendo consigo treinta y dos reyes, y caballería y carros de guerra, y subió y puso sitio a Samaria, y peleó contra ella.