Y salió al manantial de las aguas, y echó allí la sal, diciendo: Así dice Jehová: ¡Yo he sanado estas aguas! ¡no haya más de aquí en adelante muerte ni aborto de frutos!
Mas él clamó a Jehová, y mostróle Jehová un árbol, el que echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí Dios impuso a Israel estatutos y leyes, y allí le probó;