Ciertamente por orden de Jehová sucedió esto contra Judá, para quitarle de su presencia, por causa de los pecados de Manasés, según todo lo que había hecho;
Vosotros es cierto os propusisteis contra mí el mal; pero Dios lo propuso para bien, a fin de hacer lo que hoy se ve, a saber, conservar la vida de mucha gente.
¶Por manera que desechó Jehová a toda la simiente de Israel, y afligiólos, y entrególos en mano de quienes los saqueaban; hasta que acabase de arrojarlos de su presencia.
hasta tanto que Jehová quitó de su presencia a Israel, como habló por todos sus siervos los profetas. De esta manera Israel fué deportado de su tierra a la Asiria, hasta este día.
Además de esto, Manasés derramó la sangre inocente en grande abundancia, hasta llenar a Jerusalem de cabo a cabo; fuera de su pecado con que hizo pecar a Judá, haciendo lo que era malo a los ojos de Jehová.
porque a causa de la ira de Jehová esto sucedió en Jerusalem y en Judá, hasta que los acabase de arrojar de su presencia. Rebelóse también Sedequías contra el rey de Babilonia.
Pues con poca gente vino el ejército de los Siros, mas Jehová entregó en su mano un ejército muy grande; por cuanto habían ellos dejado a Jehová, el Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás.
Pero sucedió que, mientras le hablaba, Amasias le respondió: ¿Acaso te hemos constituído a ti consejero del rey? Desiste; ¿por qué te habrán de matar? En efecto desistió el profeta; mas le dijo: Ya sé que Dios ha determinado destruirte, por cuanto has hecho esto, y no has escuchado mi consejo.
no te inclinarás a ellas ni les darás culto; porque yo soy Jehová tu Dios; Dios celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y la cuarta generación de los que me odian,
Pues que esta ciudad ha sido para mí objeto de mi ira y de mi indignación desde el día que fué edificada hasta el día de hoy; para que yo la quitara de mi vista,
Dile pues: Así dice Jehová el Señor: Ciudad eres que derrama sangre en medio de sí, para que llegue su día; y que hace ídolos contra su propio bienestar, para contaminarse.
¶Por tanto, así dice Jehová el Señor: ¡Ay de la ciudad sanguinaria, la olla cuyo verdín está en ella, y cuyo verdín no sale de ella! ¡Saca pues cada una de las piezas! no cayó sobre ella suerte.
Y será que así como se regocijaba Jehová sobre vosotros para haceros bien y para multiplicaros, así se regocijará Jehová sobre vosotros para haceros perecer y para destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra adonde vais para poseerla:
Por tanto sucederá que, conforme os han sobrevenido todas las cosas buenas que ha hablado Jehová vuestro Dios respecto de vosotros, así también Jehová vuestro Dios traerá sobre vosotros todas las cosas malas, hasta que os destruya de sobre esta buena tierra que os ha dado Jehová vuestro Dios.