Y salió al manantial de las aguas, y echó allí la sal, diciendo: Así dice Jehová: ¡Yo he sanado estas aguas! ¡no haya más de aquí en adelante muerte ni aborto de frutos!
¶Y sazonarás con sal toda oblación de tus ofrendas vegetales; y nunca dejarás que falte de tus ofrendas vegetales la sal del pacto de tu Dios. Con toda oblación tuya presentarás sal.
¶Buena es la sal; mas si la sal hubiere perdido su sabor, ¿con qué la sazonaréis? Tened entre vosotros mismos la sal, y vivid en paz los unos con los otros.
Y limpiará toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; ni habrá más gemido, ni clamor, ni dolor; porque las cosas de antes han pasado ya.