Y anduvo en todo el camino de Asa su padre, nunca se apartó de él, haciendo lo que era recto a los ojos de Jehová. Esto no obstante, los altos no fueron quitados; aún seguía el pueblo sacrificando y quemando incienso en los altos.
Pero los altos no fueron quitados; el pueblo aún siguió sacrificando y quemando incienso en los altos. Él edificó la puerta superior de la Casa de Jehová.
Quitó los altos, y quebró las estatuas, y cortó la Ashera y rompió a martillazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés; porque hasta aquellos días seguían los hijos de Israel quemándole incienso; y lo apellidó Nehustán.
Dijo también al pueblo que habitaba en Jerusalem, que trajesen la porción de los sacerdotes y de los levitas, a fin de que ellos cobrasen ánimo en la ley de Jehová.
Porque de tiempo muy atrás yo quebré tu yugo, y rompí tus coyundas; y tú dijiste: No transgrediré; en tanto que sobre todo collado elevado, y debajo de todo árbol frondoso, te prostituías, ¡oh ramera!