Y ciertamente pediré cuenta de vuestra sangre, la sangre de vuestras vidas: de mano de todo animal pediré cuenta de ella, y de mano de hombre; de mano de cada hermano del hombre pediré cuenta de la vida del hombre.
Dijo además el rey a Simei: Tú sabes toda la maldad, (conociéndolo tu mismo corazón), que hiciste para con David mi padre. Jehová pues hace volver tu maldad sobre tu propia cabeza;
Aconteció pues que así como les llegó la carta, tomaron a los hijos del rey, y los degollaron, en número de setenta personas, y pusieron sus cabezas en canastos, y las enviaron a Jezreel.
Pero aconteció que en el mes séptimo, vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de estirpe real, y diez hombres, con él, e hirió a Gedelías y le mató; mató asimismo a los Judíos y a los Caldeos que estaban con él en Mizpa.
De edad de veinte y dos años era Ocozías cuando entró a reinar, y un año reinó en Jerusalem; y el nombre de su madre fué Atalia, hija de la casa de Omri rey de Israel.
¶Entonces Ocozías rey de Judá, al ver esto, echó a huir por el camino de la Casa del Huerto; mas siguió tras él Jehú, exclamando: ¡También a éste heridle en el carro! lo cual hicieron en la subida de Gur, que está junto a Jibleam; y huyó a Meguido, y murió allí.
Porque los hijos de Atalia, aquella mujer inicua, habían hecho roturas en la Casa de Dios; y también habían gastado en los Baales todas las cosas santificadas de la Casa de Jehová.
MAS sucedió que en el mes séptimo, vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, que era de estirpe real, y uno de los grandes del rey, y diez hombres con él, a Gedalías hijo de Ahicam, en Mizpa; y ellos comieron pan juntos allí en Mizpa.
¶Y cuando ellos hubieron partido, he aquí que un ángel del Señor aparece en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto; y estáte allí hasta que yo te lo diga; porque Herodes buscará al niño para destruirle.
¶Entonces Herodes, viéndose burlado por los magos, enfurecióse sobremanera; y enviando soldados, mató a todos los niños varones que había en Bet-lehem, y en todos sus términos, de dos años abajo, de arreglo con el tiempo que con particularidad había averiguado de los magos.
Luego fué a casa de su padre, en Ofra, y mató a sus hermanos, los hijos de Jerobaal, setenta personas, sobre una misma piedra: mas quedó Joatam, el hijo menor de Jerobaal, porque se escondió.