2 Pedro 3:1

Biblia Version Moderna (1929)

ESTA es pues, amados míos, la segunda epístola que os escribo; y en ambas a dos excito vuestro ánimo sincero por medio de recuerdos;

Referencias Cruzadas

Salmos 24:4

El que tiene manos limpias y corazón puro; que no ha puesto su alma en cosas vanas, ni jurado con engaño;

Salmos 73:1

CIERTAMENTE Dios es bueno para con Israel, para con los puros de corazón.

Mateo 5:8

Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios.

2 Corintios 13:2

Ya he dicho antes, y otra vez os lo digo de antemano, como cuando estaba presente la segunda vez, así ahora, estando ausente, lo digo a los que han pecado anteriormente, y a todos los demás, que si voy otra vez, no perdonaré;

1 Timoteo 5:22

No impongas las manos con ligereza a nadie, ni seas participante en los pecados ajenos: guárdate puro.

2 Timoteo 1:6

Por causa de lo cual, te amonesto que avives el don de Dios que hay en ti, por medio de la imposición de mis manos.

Hebreos 6:9

¶Empero, amados míos, esperamos con confianza mejores cosas de vuestra parte, y que acompañan a la salvación, aunque hablamos de esta manera:

1 Pedro 1:22

Habiendo purificado vuestras almas, en virtud de vuestra obediencia a la verdad, para amor no fingido de los hermanos, amaos los unos a los otros fervientemente, con sencillo corazón;

1 Pedro 2:11

¶Amados míos, os ruego, como a extranjeros y transeuntes, que os abstengáis de las concupiscencias carnales, las cuales guerrean contra el alma;

2 Pedro 3:14

¶Por lo cual, amados míos, ya que esperáis estas cosas, poned empeño, para que seáis hallados en paz, sin mácula, e irreprensibles delante de él.

2 Pedro 3:17

¶Vosotros pues, amados míos, ya que conocéis estas cosas de antemano, tened cuidado, no sea que, siendo descarriados juntamente con los demás, por el error de los inicuos, caigáis de vuestra propia firmeza.

2 Pedro 3:8

¶Mas no olvidéis vosotros, amados míos, esta cosa en particular, y es que un día para con el Señor es como mil años, y mil años como un día.

Judas 1:5

¶Deseo pues recordaros, ya que de una vez lo conocéis todo, que el Señor,  habiendo salvado al pueblo, sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.