Empero les ha sucedido aquello del refrán verdadero: ¡Volvióse otra vez el perro a su vómito, y la puerca que había sido lavada, volvió a revolcarse en el cieno!
Como el perro se vuelve a su vómito, así el insensato repite sus necedades.
Mas si volviere la llaga a brotar en la casa, después de arrancarse las piedras, y después de rasparse la casa, y después de revocarla,
Esta parábola les habló Jesús: mas ellos no entendieron qué era lo que les decía.