Verá el fruto del trabajo de su alma, y quedará satisfecho: con su ciencia mi justo Siervo justificará a muchos; pues que él mismo cargará con sus iniquidades.
Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.
Porque Dios que dijo: Resplandezca la luz de en medio de las tinieblas, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Dios, en el rostro de Jesucristo.
Más aún, todas las cosas las tengo por pérdida, a causa de la sobresaliente excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, Señor mío, por causa de quien lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para que yo gane a Cristo,
escogidos conforme a la presciencia de Dios Padre, en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
así como su divino poder nos ha dado todas las cosas pertenecientes a la vida y la piedad, por medio del conocimiento de aquel que nos ha llamado por su propia gloria y poder;
Porque si después que se hayan escapado de las contaminaciones del mundo, por medio del conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, dejándose enredar otra vez en ellas, son vencidos, se les hace peor el estado postrero que el primero.
Antes bien, creced en la gracia, y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea la gloria, tanto ahora como en el día de la eternidad. Amén.
¶Juan a las siete iglesias que están en la provincia de Asia: Gracia a vosotros y paz de aquel que es, y era, y que ha de venir; y de los siete Espíritus que están delante de su trono;