Y los sacerdotes introdujeron el Arca del Pacto de Jehová en su lugar, en el Oráculo de la Casa, en el Lugar Santísimo, debajo de las alas de los querubines.
Ahora bien, aplicad vuestro corazón y vuestra alma a buscar a Jehová vuestro Dios: levantaos pues y edificad el Santuario del Dios Jehová; para que el Arca del Pacto de Jehová, y los utensilios del Santuario de Dios, se trasladen a la Casa que ha de edificarse al Nombre de Jehová.
Dijo también a los levitas, institutores de todo Israel, los que habían sido devotos a Jehová: Volved a poner el Arca santa en la Casa que edificó Salomón hijo de David, rey de Israel; no habéis de llevarla más al hombro; servid ahora a Jehová vuestro Dios y a su pueblo Israel.
Y el rey Salomón, con toda la Congregación de Israel que se le había reunido, estaban delante del Arca, ofreciendo ovejas y novillos, que no podían ser contados ni numerados por la muchedumbre de ellos.