A lo que respondió Salomón: Tú has hecho para con tu siervo David, mi padre, gran merced, así como él anduvo delante de tu rostro con fidelidad y en justicia, y en rectitud de corazón para contigo; y le has guardado esta gran merced de darle un hijo que se siente sobre su trono, como parece hoy.
¶Entonces fué el rey David, y se sentó delante de Jehová, y dijo: ¿Quién soy yo, oh Jehová Dios, y cuál es mi casa, para que me hayas elevado hasta tal punto?
Y de entre todos mis hijos (pues muchos hijos me ha dado Jehová), escogió a Salomón mi hijo para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel.
¡Inclinad vuestro oído, y venid a mí! ¡escuchad, y vivirá vuestra alma! y yo haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias segurísimas prometidas a David.