Por la mañana siembra tu simiente, y a la tarde no retires tu mano; por que no sabes cuál ha de prosperar, si esto o aquello; o si ambos a dos serán juntamente buenos.
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando, darán en vuestro regazo; porque con la misma medida que midiereis, se os volverá a medir.
Y el que suministra simiente al sembrador, y pan para manutención, suministrará y multiplicará vuestra simiente para sembrar, y aumentará los productos de vuestra justicia;
Lo tuve por necesario, pues, rogar a los hermanos se adelantasen en ir a vosotros, y preparasen de antemano vuestra dádiva ya prometida; para que esté lista, como dádiva, y no como cosa arrancada a la avaricia.
Esto pues es lo que digo: Que un pacto, confirmado de antemano por Dios, la ley, que vino cuatrocientos treinta años más tarde, no puede anularlo, de manera que haga sin efecto la promesa.
porque no es injusto Dios, para olvidarse de vuestra obra, y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, en haber asistido a los santos en sus necesidades, y en asistirlos aún.