Porque la administración de este servicio que hacéis, no sólo suple las necesidades de los santos, sino que es abundante en frutos, por medio de muchas acciones de gracias a Dios;
cooperando también vosotros, con vuestra súplica, a favor nuestro; para que de parte de muchas personas sean dadas gracias por este beneficio, concedido a nosotros a instancias de muchos.
Sin embargo, tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, y vuestro mensajero, el cual ministraba a mis necesidades:
Pero aquel que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano padecer necesidad, y cierra contra él sus entrañas de conmiseración, ¿cómo podrá habitar el amor de Dios en él?