¶Entonces se le encendió la ira a Moisés en gran manera, y dijo a Jehová: ¡No mires su ofrenda! Yo no he tomado ni un asno suyo, y no he hecho mal a ninguno de ellos.
porque los tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus mismos vientres; y con palabras melosas y adulaciones, engañan los corazones de los sencillos.
¶Porque nuestro regocijo es esto: El testimonio de nuestra conciencia, que con santidad, y con sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mayormente para con vosotros.
¶Digo otra vez: Nadie me tenga por un insensato; mas si lo hacéis así, recibidme, sin embargo, como a un insensato, para que me gloríe todavía un poco.
Y cuando estaba presente con vosotros, y me faltaban recursos, no me hice una carga a nadie; pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia; y en todo me guardé de seros carga, y me guardaré en adelante.
Antes bien, hemos renunciado a las obras encubiertas de vergüenza, no andando en astucia, ni falsificando la palabra de Dios, sino al contrario, recomendándonos a toda conciencia humana, por la manifestación de la verdad, en la presencia de Dios,
¶Os saluda Aristarco, mi compañero en prisiones, y Marcos, primo de Bernabé, (respecto de quien ya recibisteis órdenes; si viniere a vosotros, recibidle,)