Y le enviaron sus discípulos juntos con los Herodianos, que le decían: Maestro, sabemos que eres veraz, y enseñas con verdad el camino de Dios; ni te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.
Y llegado que hubieron, le dicen: Maestro, sabemos que eres veraz, y no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, mas enseñas con verdad el camino de Dios: ¿Es licito al pueblo de Dios dar tributo a César, o no?
Y ellos dijeron: Cornelio, un centurión, hombre justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio de parte de toda la nación de los judíos, tuvo respuesta de Dios, por medio de un santo ángel, que te hiciese venir a ti a su casa, y que escuchase de ti palabras.
Porque hemos hallado ser este hombre una peste, y levantador de insurrecciones entre todos los judíos por todo el mundo habitado, y jefe de la secta de los Nazarenos:
De manera que habiéndolos amenazado todavía más, los soltaron, no hallando cómo castigarlos, a causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que había sido hecho:
Buscad pues, hermanos, de entre vosotros, siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes pongamos sobre este asunto:
Y ¿por qué no decir, como somos infamados, y como algunos afirman que nosotros decimos: Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los cuales es justa.
Antes bien, hemos renunciado a las obras encubiertas de vergüenza, no andando en astucia, ni falsificando la palabra de Dios, sino al contrario, recomendándonos a toda conciencia humana, por la manifestación de la verdad, en la presencia de Dios,
porque para esto mismo trabajamos y nos esforzamos; por cuanto tenemos puesta nuestra esperanza en el Dios vivo, el cual es Salvador de todos los hombres, especialmente de los creyentes.
¶Demetrio tiene a su favor el testimonio de todos, y de la verdad misma; y nosotros también le damos testimonio; y tú sabes que nuestro testimonio es verdadero.
He aquí, yo haré a los de la sinagoga de Satanás, a los que dicen que ellos son judíos, y no lo son, sino que mienten: he aquí, los haré que vengan y se postren ante tus pies, y sepan que yo te he amado.