Sin embargo, para que no les demos motivo de escándalo, véte y echa un anzuelo en el mar, y toma el primer pez que subiere; y abriéndole la boca, hallarás un siclo: tomando esto, dáselo por mí y por ti.
Mas al que hiciere tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que fuese sumergido en lo profundo del mar.
¡Y no solo hay peligro de que este nuestro ramo de industria venga a ser desacreditado, sino que también el templo de la gran diosa Diana sea despreciado, y sea destruída la magnificencia de aquella a quien toda el Asia y el mundo adoran!
Si otros tienen este derecho sobre vosotros, ¿no lo tenemos mucho más nosotros? Sin embargo, no hemos usado de este derecho; antes bien, todo lo sufrimos, por no poner estorbo alguno al evangelio de Cristo.
¶Porque nuestro regocijo es esto: El testimonio de nuestra conciencia, que con santidad, y con sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mayormente para con vosotros.