No nos recomendamos otra vez a vosotros, pero os damos ocasión de gloriaros por nuestra causa; para que tengáis con qué contestar a los que se glorían en la apariencia, y no en el corazón.
según también nos habéis reconocido a nosotros, en parte, que somos vuestro regocijo, así como también vosotros seréis el nuestro, en el día de nuestro Señor Jesús.
Porque no nos atrevemos a numerarnos o a compararnos con ciertos de aquellos que se encomian a sí mismos: mas ellos, midiéndose entre sí mismos, y comparándose consigo mismos, son faltos de buen sentido.
¶Miráis las cosas según la apariencia exterior. Si alguno tiene confianza en sí mismo, que él es de Cristo, considere otra vez esto consigo mismo: que así como él es de Cristo, así también lo somos nosotros.
Pues aunque yo me gloriase algo más todavía respecto de nuestra autoridad (que nos dió el Señor para edificaros, y no para derribaros), no sería avergonzado.
¶¡Me he hecho un insensato! vosotros me compelisteis; pues yo debiera haber sido encomiado por vosotros: porque en nada he sido inferior a los más eminentes apóstoles; aunque nada soy.
¿COMENZAMOS acaso otra vez a encomendarnos a nosotros mismos? ¿o necesitamos, por ventura, como algunos, epístolas de recomendación para vosotros, o de vuestra parte?