BETH.- Los esclarecidos hijos de Sión, una vez igualados con el oro puro, ¡cómo son ahora desestimados, cual si fuesen vasos de barro, obra de manos de alfarero!
¶El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; el que un hombre halló, y lo encubrió, y por el gozo de su hallazgo, va, y vende todo cuanto tiene, y compra aquel campo.
Él, pues, les dijo: Por tanto todo escriba admitido como discípulo en el reino de los cielos, es semejante a un padre de familias, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
pues aunque fué crucificado a causa de flaqueza, sin embargo vive ahora por el poder de Dios; y pues aunque nosotros también, somos débiles en él, sin embargo, en lo que toca a vosotros, viviremos juntamente con él, en virtud del poder de Dios.
PORQUE sabemos que si nuestra casa terrestre, que es una frágil tienda, fuere deshecha, tenemos de Dios un edificio, casa no hecha de mano, eterna en los cielos.
a quienes Dios ha deseado dar a conocer cuál sea la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, el cual es CRISTO EN VOSOTROS, LA ESPERANZA DE LA GLORIA:
habiendo sido sepultados con él en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados con él, por medio de la fe en la operación de Dios, que le resucitó de entre los muertos.
Porque nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabra solamente, sino en poder, y en el Espíritu Santo, y en mucha y plena seguridad; como vosotros sabéis qué manera de personas éramos para con vosotros, por vuestra causa.
Empero en una casa grande, hay no solamente vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro: y algunos son para honra, y otros para deshonra.
¶Dijo empero Jehová a Gedeón: La gente que tienes contigo es demasiado numerosa para que yo entregue a Madián en mano de ellos, no sea que Israel se gloríe contra mí, diciendo: ¡Mi misma mano me ha salvado!