Y habiendo tenido Pablo y Bernabé no poca disensión y discusión con ellos, determinaron los hermanos que Pablo y Bernabé, y ciertos otros con ellos, subiesen a los apóstoles y a los ancianos en Jerusalem, acerca de esta cuestión.
Porque yo en verdad, estando ausente en cuerpo, mas presente en espíritu, ya he juzgado, como si estuviese presente, a aquel que así ha ejecutado esta acción;
Por tanto, escribo estas cosas, estando ausente, para que, estando presente, no use de severidad, según la autoridad que me ha dado el Señor, para edificación y no para demolición.
Porque de en medio de mucha aflicción y angustia de corazón, os escribí, con muchas lágrimas; no para que vosotros fueseis entristecidos, sino para que conocieseis el amor sobremanera grande que os tengo.