Toleradme pues a mí; porque considero que no soy en nada inferior a los más eminentes apóstoles.
Mas por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia que me fué dada, no fué en vano; antes bien he trabajado más abundantemente que todos ellos; mas no yo, sino la gracia de Dios que estaba conmigo.