Porque se han entrado disimuladamente ciertos hombres impíos (hombres que desde antiguó fueron señalados para esta condenación), los cuales tornan en lascivia la gracia de nuestro Dios, y reniegan de nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo.
dijo: ¡Oh hombre lleno de toda suerte de engaño y de toda villanía, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿no cesarás de pervertir los caminos rectos del Señor?
Y engaña a los que habitan sobre la tierra, por medio de las señales que se le ha dado poder de hacer en presencia de la bestia; diciendo a los que habitan sobre la tierra, que hagan una imagen de la bestia que recibió el golpe de espada, y sin embargo vivió.
Y la bestia que ví era parecida a un leopardo, y sus pies eran como pies de oso, y su boca como boca de león : y dióle el dragón su poder y su trono, y grande autoridad.
También en avaricia, con palabras engañosas, harán tráfico de vosotros; el juicio de los cuales ya de largo tiempo atrás no se tarda, y su destrucción no se duerme.
Porque no tenemos nuestra lucha contra carne y sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este mundo, contra las huestes espirituales de iniquidad en las regiones celestiales.
¿Son ministros de Cristo? (Hablo como quien ha perdido el juicio). Yo soy más: en trabajos más abundante, en cárceles con más frecuencia, en azotes sobre medida, en muertes muchas veces.
Por cuanto habéis entristecido el corazón del justo con vuestras mentiras, a quien yo no he entristecido, y habéis robustecido las manos del inicuo, para que no se vuelva de su mal camino, a fin de que tenga vida;
por tanto, así dice Jehová: He aquí que yo castigaré a Semaya nehelamita y a su linaje; no tendrá él hombre que habite en medio de este pueblo: y no verá el bien que voy a hacer a mi pueblo, dice Jehová; porque ha proferido palabras de rebelión contra Jehová.
¶Entonces se llegaron a él sus siervos, y hablaron con él, diciendo: Padre mío, si el profeta te hubiera mandado hacer alguna gran cosa, ¿no deberías hacerla? ¿Cuánto más pues cuando te dice: Lávate, y quedarás limpio?
Y ¿por qué no decir, como somos infamados, y como algunos afirman que nosotros decimos: Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los cuales es justa.