¶En seguida Samuel, tomando consigo a Saúl y al mozo suyo, los trajo a la sala, y dióles lugar a la cabecera de los convidados; los cuales eran como treinta hombres.
Y sirviéronla, para él aparte, y para ellos aparte, y para los Egipcios que comían con él aparte; pues los Egipcios no pueden comer con los Hebreos; porque cosa abominable es esta para los Egipcios.
Antes bien, cuando fueres convidado, vé y siéntate en el puesto más bajo; para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de todos los que se sientan a la mesa contigo.
A lo que respondió Saúl: ¿No soy yo benjamita, de la más pequeña de las tribus de Israel? ¿y no es mi familia la menos importante de todas las familias de las parentelas de Benjamín? ¿por qué pues me dices a mí semejante cosa?