Por lo cual los sacerdotes de Dagón, así como todos los que entran en casa de Dagón, no asientan el pie sobre el umbral de la puerta de Dagón en Asdod, hasta el día de hoy.
¶Y por la mañana se levantó su señor, y abrió las puertas de la casa, y salía para seguir su viaje, cuando he aquí a la mujer, su concubina, caída a la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral.