Por lo cual tuvieron temor los Filisteos, y dijeron: ¡Ha venido Dios al campamento! Dijeron además: ¡Ay de nosotros! porque nunca ha habido semejante cosa antes.
Quitó también las ruedas de los carros, de manera que los dirigían con suma dificultad. Entonces dijeron los Egipcios: ¡Huyamos de la presencia de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los Egipcios!
Y cuando oyeron los Filisteos el estruendo de aquella algazara, decían: ¿Qué estruendo de grande algazara es este que se oye en el campamento de los Hebreos? Y supieron que el Arca de Jehová había venido al real.
¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de mano de estos poderosos dioses? Éstos son aquellos dioses que hirieron a Egipto con toda suerte de plagas en el desierto.