No lo anunciéis en Gat, ni deis la nueva por las calles de Ascalón; no sea que se alegren las hijas de los Filisteos, no sea que se regocijen las hijas de los incircuncisos.
¡Montañas de Gilboa, nunca haya rocío, ni nunca lluvia sobre vosotras, ni campos de ofrendas! porque allí fué vilmente desechado el escudo de los héroes, el escudo de Saúl, cual si no fuera ungido con aceite.
Y cuando se llegaron Josafat y su pueblo, para coger los despojos de ellos, hallaron entre ellos en abundancia así riquezas, como vestidos, y alhajas preciosas, que despojaron cada cual para sí, hasta no poderlos llevar; y estuvieron tres días recogiendo el despojo; porque era mucho.
¶Y cuando los hombres de Israel que estaban de la otra parte del valle, y que estaban de la otra parte del Jordán, vieron que habían huído los hombres de Israel, y que eran muertos Saúl y sus hijos, dejaron las ciudades y huyeron; y vinieron los Filisteos y habitaron en ellas.
Y le cortaron la cabeza, y le despojaron de sus armas; y las enviaron en derredor por el país de los Filisteos, para que se publicara la nueva en las casas de sus ídolos, y entre su pueblo.