Y llegado que hubieron a la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, allí le hicieron el duelo con grande y muy dolorosa lamentación; pues hizo José por su padre duelo de siete días.
Y plañeron y lloraron, y ayunaron hasta la tarde, por Saúl, y por Jonatán su hijo, y por el pueblo de Jehová, y por la casa de Israel; porque habían caído a cuchillo.
Y oyó Saúl que habían sido descubiertos David y los hombres que le acompañaban. Y Saúl estaba sentado en Gabaa, debajo de un tamarindo, sobre un alto, con su lanza en la mano, y todos sus siervos estaban al rededor de él.