Llegaron pues David y sus hombres a la ciudad, y ¡he aquí que estaba quemada a fuego, y sus mujeres, y sus hijos, y sus hijas, habían sido llevados cautivos!
He aquí, yo haré a los de la sinagoga de Satanás, a los que dicen que ellos son judíos, y no lo son, sino que mienten: he aquí, los haré que vengan y se postren ante tus pies, y sepan que yo te he amado.
Y habitó David con Aquís en Gat, él y sus hombres, cada uno con su familia; David también tenía consigo a sus dos mujeres, Ahinoam la jezreelita, y Abigail, mujer de Nabal, la carmelita.
habían cautivado también a las mujeres que había en ella, sin dejar persona alguna chica ni grande; no mataron a nadie, sino que se los llevaron a todos, y siguieron su camino.