habían cautivado también a las mujeres que había en ella, sin dejar persona alguna chica ni grande; no mataron a nadie, sino que se los llevaron a todos, y siguieron su camino.
Mas ni a hombre ni a mujer les perdonaba David la vida, para traer noticias a Gat; diciendo: No sea que lo denuncien contra nosotros, y digan: Así ha hecho David; y esto mismo ha sido su costumbre todo el tiempo que habita en el país de los Filisteos:
Llegaron pues David y sus hombres a la ciudad, y ¡he aquí que estaba quemada a fuego, y sus mujeres, y sus hijos, y sus hijas, habían sido llevados cautivos!