Y solía David herir el país, sin perdonar la vida a hombre, ni a mujer; y tomaba ovejas, y vacas, y asnos, y camellos, y vestidos: y al volver, se venía a Aquís.
Y habitaban sus descendientes desde Havila hasta Shur, que hace frente a Egipto, como quien va hacia la Asiria. En presencia de todos sus hermanos habitó Ismael.
Y su hacienda era siete mil ovejas y tres mil camellos, y quinientas yuntas de bueyes, y quinientas asnas, y muy numerosa servidumbre; de manera que aquel hombre era más grande que todos los hijos de Oriente.
Ahora pues, anda y hiere a Amalec; y destruíd completamente todo lo suyo, sin tenerle compasión alguna; antes harás morir hombres y mujeres, niños y mamantes, vacas y ovejas, camellos y asnos.