Entonces contestó David: ¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Sarvia, para que os pongáis hoy por adversarios míos? ¿Acaso ha de morir hombre alguno hoy en Israel? ¿pues no acabo de saber que hoy mismo soy hecho rey sobre Israel?
¡APIÁDATE de mí, oh Dios, apiádate de mí; porque en ti se ha refugiado mi alma! ¡y bajo la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen estas calamidades!
TOMÓ entonces Samuel una redoma de aceite, y derramólo sobre la cabeza de Saúl, y besándole, dijo: ¿No es por cuanto Jehová te ha ungido por príncipe sobre su herencia?
Heme aquí; testificad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, o cúyo buey he tomado, o cúyo asno he tomado, o a quién he hecho extorsión, o a quién he oprimido, o de cúya mano he admitido un regalo para cegar mis ojos con él; y se lo devolveré.
¶Entonces dijo Abisai a David: ¡Dios ha entregado el día de hoy a tu enemigo en tu mano! ahora pues, ruégote me permitas, con esta lanza, coserle con la tierra solamente una vez, y no le daré segundo golpe.