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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 26:8

Biblia Version Moderna (1929)

¶Entonces dijo Abisai a David: ¡Dios ha entregado el día de hoy a tu enemigo en tu mano! ahora pues, ruégote me permitas, con esta lanza, coserle con la tierra solamente una vez, y no le daré segundo golpe.

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16 Referencias Cruzadas  

¶Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué ha de seguir este perro muerto maldiciendo a mi señor el rey? ¡Pasaré, con tu venia, y le quitaré la cabeza!

Y no me has entregado en manos del enemigo; antes has plantado mis pies en campo espacioso.

Entonces Johanán hijo de Carea, habló a Gedalías secretamente en Mizpa, diciendo: Yo iré, con tu permiso, y mataré a Ismael hijo de Netanías, sin que nadie lo sepa: pues ¿por qué te ha de quitar a ti la vida, para que se dispersen todos los Judíos que se han reunido a ti, y perezca el residuo de Judá?

¿Qué es lo que imagináis contra Jehová? él hará destrucción completa; no se levantará la aflicción segunda vez.

Porque a todos los ha encerrado Dios, en la desobediencia, para que tuviese misericordia de todos.

¡Cómo perseguiría uno a mil, y dos pondrían en fuga a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido, y Jehová no los hubiera entregado!

Y Jehová les dió descanso en derredor, conforme a todo lo que había prometido con juramento a sus padres; pues no pudo parar delante de ellos ninguno de todos sus enemigos; Jehová entregó en mano de ellos a todos sus enemigos.

Subió pues Judá, y Jehová entregó al Cananeo y al Perezeo en mano de ellos; e hirieron de ellos en Bezec diez mil hombres.

David pues se quedó en el desierto, en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif: entre tanto le buscaba Saúl todos los días; mas no le entregó Dios en su mano.

Entonces los hombres de David le decían: ¡He aquí el día de que te dijo Jehová: he aquí que voy a entregar a tu enemigo en tu mano, para que hagas con él como bien te pareciere! Levantóse entonces David, y cortó cautelosamente la falda del manto que Saúl traía puesto.

Mas aconteció que después de esto el corazón de David le remordió, por haber cortado a Saúl la falda de su manto:

Y Jehová devolverá a cada cual su justicia y su lealtad: porque te entregó Jehová hoy en mi mano, pero yo no quise extender mi mano contra el ungido de Jehová.

Fueron pues David y Abisai a aquella gente de noche; y he aquí a Saúl acostado, dormido, dentro de la trinchera, con su lanza hincada en tierra, junto a su cabecera; en tanto que Abner y el pueblo estaban acostados al rededor de él.

Pero David contestó a Abisai: No le destruyas; porque ¿quién extendió jamás su mano contra el ungido de Jehová, que fuese inocente?




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