Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; fuertes son los que quieren destruirme, siendo mis enemigos sin por qué: ¡ahora tengo que devolver lo que no tomé!
Dijo entonces Jeremías al rey Sedequías: ¿En qué he pecado contra ti, y contra tus siervos, y contra este pueblo, para que me hayáis puesto en la cárcel?
ENTRETANTO David huyó de Nayot en Ramá, y llegando, dijo en presencia de Jonatán: ¿Qué he hecho? ¿cuál es mi iniquidad y cuál mi pecado, delante de tu padre, para que siga buscando mi vida?