y dijo: ¡Bendito sea Jehová, el Dios de mi señor Abraham, que no ha apartado su benevolencia y su fidelidad de mi señor! estando yo en el camino, guióme Jehová a la casa de los hermanos de mi señor.
Y más aún; de esta manera ha dicho el rey mismo: ¡Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente sobre mi trono, viéndolo mis ojos!
¶¡Bendito sea Jehová, el Dios de nuestros padres, que ha puesto tal pensamiento en el corazón del rey, para hacer honra a la Casa de Jehová que está en Jerusalem;
Y los hijos de Israel se dieron por satisfechos; y bendijeron a Dios los hijos de Israel, y no trataron más de subir contra ellos en guerra, para asolar la tierra en donde habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.