Y el rey dijo a Siba: ¿Qué quieres con estas cosas? Y respondió Siba: Los asnos son para que monte la familia del rey, y el pan y los higos secos para que coman los mancebos, y el vino para que beban los que se cansaren en el desierto.
Entonces volviéndose con toda su comitiva al varón de Dios, entró, y se presentó delante de él, y dijo: He aquí, yo ya conozco que no hay Dios en toda la tierra sino sólo en Israel. Ahora pues acepta, te lo ruego, un regalo de parte de tu siervo.
Lo tuve por necesario, pues, rogar a los hermanos se adelantasen en ir a vosotros, y preparasen de antemano vuestra dádiva ya prometida; para que esté lista, como dádiva, y no como cosa arrancada a la avaricia.
Luego dióse prisa, y levantóse Abigail, y cabalgó sobre un asno, con cinco criadas suyas que seguían a sus órdenes, y fué tras los mensajeros de David, y fué su mujer.
¶Y cuando llegó David a Siclag, envió de la presa a los ancianos de Judá, amigos suyos, diciendo: ¡He aquí un regalo para vosotros, del despojo de los enemigos de Jehová!